Los profesores también son gente corriente.
Los profesores también son personas corrientes y tienen sus propias emociones. No podemos abandonar por completo nuestras emociones y nuestro trabajo, pero la clave es cómo controlarlo y convertirlo en una ayuda didáctica.
♀?Ajusta tu mentalidad y transforma tu estado de ánimo.
Cuando nos encontramos con estudiantes que son irrespetuosos o poco cooperativos, es inevitable que tengamos fluctuaciones emocionales. En este momento, debes aprender a ajustar tu mentalidad y transformar tus emociones en fuerza positiva durante la enseñanza.
Inversión emocional y mayor interacción
Las emociones personales moderadas pueden aportar vitalidad a la enseñanza. Cuando hablamos de "La luz de la luna sobre el estanque de lotos", si podemos mostrar nuestro amor por los lotos y nuestra comprensión de la naturaleza, los estudiantes podrán apreciar mejor la concepción artística y la emoción del texto. Esta inversión emocional ayuda a mejorar la interacción profesor-alumno y a profundizar la comprensión del conocimiento por parte de los estudiantes.
Muestra tu verdadero yo
La educación no es sólo la transferencia de conocimientos, sino también el alimento del alma. Los estudiantes necesitan ver nuestro verdadero yo y sentir nuestras emociones y temperaturas. Por tanto, debes expresar tus emociones de forma adecuada para que los alumnos puedan sentir la autenticidad y el encanto del educador.