La novia debe superar la tensión y el miedo, cooperar alegremente con el novio y relajar los músculos vaginales, lo que favorece el buen desarrollo de las relaciones sexuales. Si el himen está roto y le duele, la novia puede doblar las piernas hacia arriba, sujetarlas con las manos y contener la respiración hacia abajo para aliviar el dolor.
La vagina frontal de algunas mujeres es estrecha, por lo que pueden aplicar algún lubricante para facilitar la entrada del pene, o el hombre expandirá lentamente la vagina con los dedos antes de la relación sexual. Algunas parejas jóvenes están muy cansadas de su boda. En este momento, es posible que no necesariamente tengan relaciones sexuales por primera vez. Pueden descansar después de expresar su amor y posponer el primer acto sexual hasta la noche siguiente.