1. Sea paciente al educar a los niños, pero es más fácil decirlo que hacerlo. Piensa en la mentalidad de tus padres a la hora de educarte. Este tipo de empatía debería existir. En realidad, inculcar impaciencia no es diferente de la violencia. Solo dañará al niño y no tiene ningún efecto.
2. Estudiar con niños y educarlos es todo lo contrario. No es el estatus de los padres lo que hace que los hijos obedezcan completamente la educación de sus padres. Este viejo concepto es completamente contrario a la educación moderna que llevan a cabo los propios padres. Educar a los niños no se trata de dejarles completar una meta o alcanzar un determinado nivel, sino dejarles seguir desarrollándose.
3. Motivar adecuadamente a los niños. Sólo cuando tengan ciertos logros podrán seguir desarrollando sus intereses, y sólo cuando tengan motivación podrán conseguir resultados. No hay nada bueno o malo en las calificaciones de un niño. Responder bien o mal una pregunta no afectará la evaluación ni la capacidad de supervivencia del niño. Los errores son errores en las reglas de juicio, no necesariamente en el comportamiento.