Cuando caminábamos por el campo de maíz, apareció a la vista el antiguo pueblo. La atmósfera antigua era como la dirección de un caballo al galope. Mirando hacia arriba, vimos una pequeña casa de azulejos de más de tres metros de altura, con rotos. tejas en el suelo y un techo desnudo. El polvo de yeso blanco de la pared ha sido raspado por la daga del tiempo, dándole un aspecto desolado y antiguo. La atmósfera misteriosa me atrajo, y no pude evitar caminar hacia la puerta de madera rota que había sido golpeada por el viento y la lluvia.
Al abrir la puerta rota, se produjo un "crujido" desagradable y áspero. Suena como para advertir a los turistas sobre sus dificultades, pero ¿quién se apiadará de él? La casa estaba llena de ramas y hojas muertas, y paredes rotas; frente a mí, había demasiadas sedas de araña de color gris plateado temblando bajo el cuchillo cortado por el viento, lo que me hizo saltar de la distancia y nunca acercarme.
Continúa caminando hacia el estrecho callejón a lo largo del sendero pavimentado con grandes gravas azules y blancas, y observa el brumoso Peach Blossom Pond en la distancia a través de los huecos de las casas. No puedo evitar pensar en el famoso dicho de Li Bai: "El estanque de flores de durazno tiene más de mil pies de profundidad, no tanto como Wang Lun". Hace más de mil años, ¿Wang Lun y Li Bai caminaban por esta calle como yo? Tal vez podamos ir a beber y recitar poemas, acariciar las cinco cuerdas, admirarnos y hablar... Pensando en esto, eché otro vistazo al camino de piedra irregular bajo mis pies, y al instante me sentí mucho más amigable.
Cuando llegué a un pequeño patio, de repente me detuve. Este lugar fue transformado en una tienda especializada por un empresario, lo que me hizo pensar mucho: estos azulejos de cerámica, esas paredes blancas, estas vigas y pilares, y los restos de tallas... Aunque el patio ha sido redecorado con flores de colores; y piedras de rocalla, es difícil ocultar la prosperidad del pasado y el ambiente ancestral de años anteriores. Mirando por dentro y por fuera, siempre parece un poco desproporcionado. Creo que tengo que guardarlo en mi memoria para siempre.
La lluvia, un extraño sin forma de entrar, caía del cielo con un "estrés", y el cielo estaba lúgubre, como el techo roto de una casa vieja. Al abrir la mochila, coloridas flores tipo paraguas florecen entre las ondas de las gotas de lluvia, añadiendo un poco de "color" moderno a la antigua ciudad.
A lo lejos, varias casas antiguas y destartaladas se alzaban bajo la niebla y la lluvia, como viejos monjes con ropas andrajosas, con la cabeza gacha y los ojos cerrados, aceptando en silencio el bautismo del viento y la lluvia.
La ciudad antigua está borrosa: el camino a casa ha caído a tus pies.
Azulejos, baldosas de cerámica; puertas y ventanas de madera; bancos de piedra, paredes de piedra... En mi mente, reconstruí esas casas antiguas -
La lluvia es como un gris plateado. Araña pegajosa La seda se teje en una red suave que cubre todo el mundo otoñal. La misteriosa y antigua fragancia de la antigua ciudad todavía humea...