Los patrones de pensamiento y comportamiento de los estudiantes contemporáneos han experimentado grandes cambios. Son vivaces por naturaleza y odian la enseñanza teórica simple. Crear situaciones es una cuestión inspiradora para que los profesores introduzcan fenómenos significativos o experiencias de la vida real en el aula antes de que comience la enseñanza. Debido a que los estudiantes están familiarizados con estas rutinas diarias, tendrán un mayor interés en aprender, lo que estimulará en cierta medida el deseo de los estudiantes de encontrar un trabajo. En la enseñanza formal, los estudiantes conservarán este entusiasmo, optimizando así la eficiencia del aula.
En segundo lugar, establezca un cierto gradiente en el problema.
La enseñanza de las matemáticas es un proceso paso a paso, especialmente los puntos de conocimiento de las matemáticas de la escuela secundaria, que son difíciles de dominar. Si se establece un cierto gradiente en la enseñanza, de lo simple a lo complejo, de lo superficial a lo profundo, el interés de aprendizaje y la capacidad de exploración de los estudiantes mejorarán enormemente. También tendrá una sensación de logro al resolver problemas, estimulando así el potencial, activando el pensamiento y mejorando la eficacia en el aula.
En tercer lugar, fortalecer la cooperación estudiantil
Los estudiantes tienen diferentes formas de pensar y la misma pregunta a menudo tiene diferentes respuestas. Los maestros deben aprovechar esta diferencia para agrupar a los estudiantes de acuerdo con sus habilidades de aprendizaje, permitir que los estudiantes con fuertes habilidades de aprendizaje ayuden a los estudiantes con habilidades de aprendizaje débiles, promover la comunicación y la cooperación entre los estudiantes y permitir que los estudiantes aprendan unos de otros y progresen juntos en el intercambio.