La violencia y el castigo pueden dañar a los niños física y mentalmente. La violencia y el castigo pueden dañar a los niños física y mentalmente, provocando problemas psicológicos como ansiedad y depresión, e incluso pueden dañar a los niños físicamente, como castigos corporales y palizas.
La violencia y el castigo no favorecen el crecimiento y desarrollo de los niños. La violencia y el castigo pueden limitar la capacidad de autoexpresión y pensamiento de los niños, haciéndolos tímidos y deprimidos, lo que no favorece su crecimiento y desarrollo.
La violencia y el castigo no son soluciones a largo plazo. La violencia y el castigo sólo tratan los síntomas, no la causa fundamental, y no pueden resolver fundamentalmente el problema. Por el contrario, la violencia y el castigo pueden agravar la psicología rebelde de los niños y empeorar el entorno familiar y educativo.
Por lo tanto, se debe evitar al máximo el uso de la violencia y el castigo en la educación de los niños, y se deben adoptar métodos educativos más amables y eficaces, como el estímulo, el apoyo, la orientación y el elogio, etc. ayudar a los niños a establecer una visión correcta de la vida y sus valores. Promover su desarrollo integral.