¡Educar a los niños no se trata de luchar, sino de métodos!

Educar a los niños no se trata de pelear.

Presta atención al método.

Primero

Los niños cada día lo abrazan más. El cerebro de los niños se desarrolla más tarde que el de las niñas, por lo que necesitan más cuidados tanto mental como físicamente.

Segundo

Tratar a los niños como hombres, animarlos y elogiarlos, especialmente a los papás.

Tercero

Recuerde, lo que más temen los niños es la amenaza de la fuerza. Cuanto más golpees y regañes, más contraproducente será.

Cuarto

Trata a los niños como amigos y comunícate con él cuando encuentres problemas.

Quinto

Nunca socaves la confianza en sí mismo de tu hijo, ya que las consecuencias serán desastrosas.

Pegar y regañar son la forma tradicional de educar a los niños. A los niños de hoy no se les puede educar bien simplemente golpeándolos y regañando.

Los niños son rebeldes en la adolescencia, especialmente los golpes y regaños pueden fácilmente hacer que los niños sean odiosos.

Cuando los niños son golpeados o regañados sin preparación psicológica, hay dos tendencias:

1. Los niños que obedecen a sus padres.

Los niños son débiles de corazón, atrévete. No resistir el abuso de los padres.

Si las cosas siguen así, los niños desarrollarán el hábito de golpear y regañar a sus padres, como solemos decir, “lo que entra por un oído, sale por el otro”. En la superficie, parecen estar siguiendo las instrucciones de sus padres, pero en realidad no tienen idea de dónde se equivocaron y sufren en silencio esta emoción negativa.

El crecimiento de este tipo de emociones hará que los niños se vuelvan especialmente tímidos e irresponsables.

2. Niños que se resisten a sus padres

Muchos padres descubren que golpear y regañar todavía puede desempeñar un papel inicial cuando sus hijos son relativamente pequeños. A medida que los niños crecen, los golpes y regaños se vuelven cada vez más frecuentes, pero con poco efecto. La mayoría de ellos se separan infelizmente sin resolver el problema.

Para los padres, uno es un niño que se comporta obedientemente y el otro es un niño que es naturalmente rebelde. Tengo una especie de comportamiento de rechazo en mi corazón hacia la excesiva disciplina de mis padres. Me gusta desobedecer a mis padres. Cuanto más golpeas y regañas a tu hijo, más rebelde te vuelves.

De esta manera, el niño se volverá muy desagradable a largo plazo y, naturalmente, se convertirá en un niño travieso y sin ley a los ojos de los padres. Golpear y regañar no es la única forma de educar a los niños. Otra forma de educar a los niños puede obtener el doble de resultado con la mitad de esfuerzo.