Comprensión profunda de los materiales didácticos.
Los profesores deben tener una visión única, ver la novedad en lo común, mostrar a los estudiantes el océano del conocimiento y guiarlos para nadar en él y continuar absorbiéndolo y creciendo.
Comunicación igualitaria y sincera
El diálogo igualitario y sincero es la piedra angular de la confianza mutua entre profesores y alumnos. Los profesores deben escuchar las voces de los estudiantes, resonar con ellos y hacer de cada comunicación un impulso para el crecimiento de los estudiantes.
Enseñar a los alumnos según sus aptitudes
Cada alumno es un individuo único. Los profesores deben tener paciencia para descubrir sus puntos brillantes y persistir en comprender su mundo interior. Sólo así podremos realmente enseñar a los estudiantes de acuerdo con sus aptitudes, para que cada alumno pueda obtener la educación que mejor se adapte a él.
Flexibilidad
Ante eventos inesperados en el aula, la sabiduría de los docentes es particularmente importante. Manejar correctamente la contradicción entre enseñanza y aprendizaje requiere que los docentes tengan la capacidad de ser flexibles, utilizar palabras sabias para resolver problemas y mejorar la confianza de los estudiantes en los docentes.
Práctica docente y reflexión a largo plazo
La sabiduría educativa no se logra de la noche a la mañana, sino que se forma gradualmente a través de la práctica docente y la reflexión a largo plazo. No sólo cultiva, infecta e ilumina a los estudiantes, sino que también mejora su comprensión y sabiduría.