La educación sobre la frustración es un método educativo que cultiva la conciencia de los estudiantes sobre el fracaso, la capacidad de afrontar la adversidad, el coraje y la perseverancia al dejar que los estudiantes experimenten reveses y fracasos. Es decir, utilizar los contratiempos para promover el crecimiento de los estudiantes. La educación sobre la frustración no consiste en dejar que los niños sufran ciegamente el dolor de los reveses y fracasos, sino a través de experiencias de frustración apropiadas, ayudar a los niños a aprender a autorregularse, adquirir conocimientos y experiencia, y crecer a través de la experiencia continua.
La educación feliz enfatiza que los estudiantes aprenden en una atmósfera relajada, libre y feliz, presta atención al desarrollo de intereses, experiencias y sentimientos de los estudiantes, y aboga por un método de educación feliz. El propósito de la educación feliz es estimular el interés de los estudiantes en el conocimiento y el aprendizaje, y promover la salud física y mental y el desarrollo integral de los estudiantes.
Los dos modelos educativos no son uno de ellos, pero se utilizan de manera flexible según la situación real del proceso educativo. Si los niños son demasiado evasivos, débiles y no tienen el coraje para enfrentar las dificultades y los fracasos, se puede fortalecer la educación sobre la frustración para ayudarlos a enfrentar las dificultades y superar los miedos; si los niños necesitan más oportunidades para explorar y descubrir, pueden inclinarse hacia la educación para la felicidad; y proporcionar a los niños una plataforma para la libertad, la interacción, la creación y la exploración. En resumen, en educación tanto la frustración como la felicidad son necesarias para el crecimiento de los niños. Los métodos educativos deben utilizarse de manera flexible para tener en cuenta ambos aspectos, de modo que los niños puedan crecer de manera integral, sana y feliz.