Más importante aún, la educación también puede tener un impacto sistemático en la dirección, la velocidad y el nivel del desarrollo físico y mental de las personas. Sin embargo, la educación no es una panacea. Los educadores deben seguir estrictamente las características del desarrollo físico y mental de los educados durante el proceso de enseñanza y aprovechar plenamente el papel principal de la educación en el desarrollo físico y mental de las personas.
En primer lugar, la educación puede restringir el impacto de la calidad genética de una persona en su desarrollo físico y mental.
En segundo lugar, la educación puede regular y seleccionar el impacto del entorno en el desarrollo físico y mental de las personas.
En tercer lugar, la educación puede afectar sistemáticamente la dirección, la velocidad y el nivel del desarrollo físico y mental de las personas.