Primero, piense
La educación y el castigo deben estandarizarse, de lo contrario pueden volverse obsoletos y perder su valor original. Cuando los docentes implementan el castigo educativo, deben saber captar la proporción adecuada según el propósito educativo. El castigo educativo es un arma de doble filo. Ir demasiado lejos puede convertirse en castigo corporal. Los profesores deberían ejercer más autocontrol y autorreflexión durante el proceso de castigo y no dejarse controlar por la ira temporal. Los estándares de educación y castigo se establecen desde el sistema, considerando plenamente la capacidad de gestación del niño y respetándolo.
En segundo lugar, el comportamiento
El castigo educativo es un método educativo cuya intención original es permitir que los estudiantes sigan creciendo. ¿Cómo hacer esto sin dañar la salud física de los estudiantes pero también contribuyendo al desarrollo de su salud mental? El castigo educativo requiere excelentes habilidades educativas. Cuando enfrente los problemas de su hijo, no devore los puntos brillantes de su hijo debido a sus fallas, y no se apresure a criticar, recompensar y castigar con rudeza y rudeza. Trátalos con calma, con un corazón tolerante y utiliza el amor y la sabiduría para que tus hijos den un paso atrás en sus errores.
En tercer lugar, la psicología
Sólo cuando los profesores comprendan las diferentes características psicológicas de las personas educadas podrán ayudar a los estudiantes a superar sus deficiencias. Esta comprensión es la base para que los profesores cuiden de los estudiantes. Mientras el maestro tenga en mente a los estudiantes, gastará su energía en calmarse y estudiar los pensamientos de los estudiantes. Los métodos educativos deben tener en cuenta el desarrollo y las capacidades receptivas del niño. Los profesores deben castigar a los estudiantes según sus diferencias en características, ser más pacientes y meticulosos, analizar cuidadosamente las razones por las que los estudiantes cometen errores y planificar diferentes formas de recompensas y castigos para promover el desarrollo saludable de los niños.