1. Primero, cálmate. Ya sea que esté educando a un niño desobediente o a un niño obediente, debe mantener la calma, de modo que no eduque al niño con emociones, sino que también desempeñe un buen papel de liderazgo en el niño. 2. Tome la iniciativa de tomar la iniciativa. Ya que son desobedientes, déjeles ver su propia excelencia y sentir los beneficios de ser un niño obediente. Un liderazgo tan positivo hará que los niños se sientan más. 3. Saber qué decir y qué no decir, qué hacer y qué no hacer. Al educar a niños desobedientes, también hay que saber estar seguros, para que los niños comprendan lo que deben saber y se familiaricen con lo que deben saber. No debemos decir cosas malas a nuestros hijos. 4. Se puede educar a los niños mediante la narración de cuentos. Los niños de la escuela primaria todavía necesitan orientación. La historia es atractiva y se puede contar a los niños. Educa a los niños desobedientes e impresionalos con historias y el efecto educativo será mejor. 5. Por ejemplo, podemos compararlos con los amigos que los rodean. A la hora de educar a los niños, también puedes estimular su motivación y hacerles saber la importancia del aprendizaje y el progreso. Tome como ejemplo a niños buenos obedientes o niños excelentes para hacerles saber de qué tipo de personas quieren aprender. 6. No golpees ni regañes. Incluso si el niño es desobediente, no lo golpees ni lo regañes. Dale suficiente dignidad y rostro, y edúcalo de manera científica y racional en lugar de golpearlo o regañarlo. Recuerde partir de los intereses del niño y pensar desde la perspectiva del niño. A veces descubrirá la excelencia del niño. La razón por la que son desobedientes no es porque no sean lo suficientemente buenos, sino por otros propósitos. Por lo tanto, será mejor que primero comprenda lo que piensa su hijo y luego brinde una educación específica.
Educar a los niños es tu propio conocimiento.
Enseña a tus hijos a escucharse a sí mismos.