Como padres de niños, necesitamos ser un apoyo sólido para ellos. No se trata de molestar o castigar a los niños, sino de comunicarse más con ellos y guiarlos con amor y comprensión.
Hay mucho que aprender.
La educación de los niños es una lección. Tómese un momento para ir a la librería y buscar libros educativos, y verá que la verdadera educación es guiada por la sabiduría y la paciencia, no por los insultos.
Cuidado con los niños, empieza con la vida. En lugar de hablar demasiado, integrar la educación en la vida cotidiana, dar el ejemplo, tocar sus corazones con situaciones concretas para que realmente cambien.
Corre los malos hábitos. En lugar de su castigo físico frecuente, diríjase al niño en un lugar que pueda ser restringido, observando las preferencias del niño y estableciendo las reglas adecuadas. Cuando rompen las reglas, reduzca su tiempo de entretenimiento, pero no se olvide de alabar y recompensar su progreso a tiempo.