En primer lugar debemos cumplir con los requisitos de protección de los productos electrónicos, que es el más básico. Proporcionar protección adecuada durante el transporte.
El embalaje debe ser llamativo y al mismo tiempo resaltar las funciones principales del producto. Los diferentes tipos de productos requieren que se enumeren parámetros relevantes en el embalaje.
El control de costes, un embalaje demasiado lujoso, un buen aspecto pero un coste elevado, debilitarán la competitividad del producto. Sin embargo, si el embalaje es demasiado barato y de gama baja y no coincide con la posición del producto en sí, también será un fracaso.