Eludir y desviar
Para educar a los niños, primero hay que saber cómo evitarlos y guiarlos, y no prohibir directamente que los niños jueguen o toquen ciertos elementos. Mantenga los artículos frágiles y peligrosos debidamente embalados para mantener seguros a los niños.
Descubre las reglas de vida
El temperamento de los niños puede venir del hambre, la sed, el cansancio, etc. Conoce sus patrones de vida y toma medidas preventivas con antelación, como alimentarles a tiempo, inducirles a dormir o desviar su atención.
Aprovecha bien tu atención
La atención del bebé se distrae fácilmente, así que aprovéchala bien. Si te encuentras con un niño que no quiere comer, no lo fuerces. Convénzalo con bocadillos y espere hasta que esté de mejor humor antes de volver a intentarlo.
Manténgase bien
Si los padres se sienten cansados, hambrientos, etc. , también se enojan fácilmente. ¡Relájate y mantente en buena forma para poder cuidar y educar mejor a tus hijos!
Respeto por los niños
Los niños son particularmente sensibles hacia sus madres, y cualquier pequeño cambio puede causar resentimiento en sus madres. Cuando se comunique con sus hijos, exprese sinceramente respeto y cuidado, y trátelos como personas independientes. Esto ayuda a cultivar la personalidad consciente e independiente de los niños.
Elogios por los buenos hábitos
Cuando descubras que tu hijo hace algo bien, no seas tacaño con los elogios. Sea sincero y respetuoso al comunicarse con sus hijos y evite tratarlos como niños. Cuando los niños imiten el comportamiento de los adultos, no entre en pánico ni los detenga, sea amable con ellos. Hacerlo ayuda a desarrollar la autoestima y la autonomía de su hijo.