Educar a los niños: adherirse a los principios y crecer juntos.

En la educación familiar, es importante respetar los principios. La indulgencia de una parte y la severidad de la otra pueden confundir a los niños y reducir en gran medida el efecto educativo. Por lo tanto, debemos dar un buen ejemplo a nuestros hijos en términos de piedad filial hacia los mayores, y al mismo tiempo mantener los mismos conceptos educativos que los mayores. Cuando nos topamos con los errores obvios de un niño, ambas partes deben trabajar estrechamente para guiarlo por el camino correcto.

Dar ejemplo a sus hijos

Al respetar a las personas mayores, deben dar ejemplo a sus hijos y mantener la misma filosofía educativa que los mayores. Esto ayudará a que los niños comprendan mejor la importancia de la educación familiar.

Estrecha cooperación

Cuando los niños cometen errores obvios, ambas partes deben trabajar estrechamente para guiarlos por el camino correcto. Esto permite a los niños comprender mejor sus propios errores y corregirlos mejor.

Comprender el estado de ánimo de las personas mayores

Es comprensible que las personas mayores se preocupen por sus hijos. Les preocupa que el mal carácter de los jóvenes perjudique a sus hijos y también quieren profundizar la relación con sus nietos. Como padres, debemos comprender profundamente la psicología de las personas mayores y darles a nuestros hijos suficiente espacio para crecer.

El castigo corporal no está permitido

Ya sea en la ley, en la escuela o en la sociedad, el castigo corporal a los niños está permitido. La educación familiar no puede abusar de los niños. Si un niño comete un error, no podemos simplemente pegarle. Los padres deben utilizar métodos educativos adecuados, buscar ayuda en línea y educar mientras aprenden.

Sentido y Amor

Como padres, debemos entender que el crecimiento de los niños requiere tiempo y paciencia. Golpear a un niño sólo lo traumatizará física y mentalmente y supondrá una carga para la familia. Por eso, debemos dar ejemplo y guiarlos con la razón y el amor en lugar de utilizar la violencia para resolver los problemas. La convivencia armoniosa de padres e hijos requiere que aprendamos y crezcamos juntos.