Utiliza tu propia mentalidad para medir a las personas. Todo el mundo tiene defectos. Si preguntas a los demás con tu propia mente, nadie podrá lograr nada. Los ojos son una regla, miden a las personas primero; el corazón es una balanza, las personas se pesan primero. Si encuentras fallas en los demás, también tienes tus propias imperfecciones; si culpas a los demás por tus propios defectos, también tienes tus propios defectos. Presionar ciegamente a las personas paso a paso no dejará a otros sin salida, pero te dejará a ti sin salida.
Centrarse siempre en lo bueno y lo malo de las personas no hará que las personas pierdan la cara, pero sí les hará perder la cara. Sólo cuando hay personas en tus ojos puedes tener un camino, y sólo cuando tienes amor en tu corazón puedes tener un título.
La tolerancia de una persona proviene de un corazón que trata bien a los demás. El autocultivo de una persona proviene de un corazón que respeta a los demás. La cultivación de una persona proviene de un corazón bondadoso. Sólo aquellos que pueden tolerar a los demás a sus ojos pueden ser tolerados por los demás. Sólo quien sabe respetar a los demás puede ganarse el respeto de los demás. Una actitud amable hacia los demás suele ir acompañada de una actitud pacífica en todas partes.
No juzgues a una persona con tu propio criterio y no dejes que tus emociones contagien a los demás. Cada uno es un individuo independiente y debe respetar las decisiones de los demás. Las personas no pueden ser dominantes o dominantes sin amigos; no pueden ser egoístas, de lo contrario quedarán atrapadas. Hay amor y amistad en el corazón, y el mundo puede acomodarse en los ojos. El camino no está en las acciones de otras personas, sino en la propia cultivación. Siéntate quieto y sigue pensando en ti mismo. Los chismes no son personales. Deja espacio para lo que haces y di cosas que no quieres decir. Las malas palabras no son suficientes para perder la vida, pero sí para perder la moral. Las malas palabras son mayores que las malas palabras. La boca de la gente debe decir la verdad, ser amable y no inventar las cosas de la nada.
La boca es como un hacha, las palabras son como lenguas cortantes, las palabras deben medirse y los chistes deben medirse. No le digas todo a tus conocidos, deja algunas palabras atrás; no critiques duramente a los demás, sé tolerante. No discutas, sé tolerante; no lo hagas todo tú mismo, sé virtuoso. Pregúntate más y culpa menos. Sea más introspectivo y menos crítico. Si eres consciente, encontrarás problemas en ti mismo. Si no lo sabes, simplemente dispararás flechas a los demás.
Sé amable con los demás y sé amable contigo mismo; sé amable con los demás y retírate. Ser humano es como el océano. Hay altibajos, no hay olas. El corazón es ancho, por eso puede aceptarlo; el mar es ancho, por eso puede estar abierto de par en par. Si tienes la claridad del agua, no tienes miedo a la duda. Si tienes el corazón claro, no le temes a los rumores. Si tienes la tranquilidad del agua, ignora sus perturbaciones.
Sin discusiones, sin distinciones, sin miedo.