El segundo tipo, el pensamiento literario y artístico, está más de moda que el pensamiento administrativo. Mantiene en alto la bandera del "cuidado humanista" y ocupa el terreno moral. Es físico, agresivo y poderoso. ¿Te atreves a decir que no amas a los estudiantes? No me atrevo, debería decir "no puedo amarte demasiado". El pensamiento literario y el pensamiento moral son inseparables, por eso los pongo juntos y los llamo pensamiento literario. Las principales características de esta forma de pensar son enfatizar la moralidad y las emociones, distinguir de antemano el bien del mal y centrarse en hablar de sentimientos. Sus métodos de trabajo básicos son utilizar las emociones y la razón, contar historias, organizar actividades y sensacionalizar, utilizar la calidez de profesores y compañeros para influir en los estudiantes problemáticos y utilizar la opinión pública colectiva para ejercer presión moral para resolver problemas. El lema icónico de esta forma de pensar es: "Sin amor, no hay educación". Esta forma de pensar ha creado muchas madres maestras amorosas, y sus hechos conmueven a la gente hasta las lágrimas.
? En tercer lugar, el pensamiento científico. Esta forma de pensar no se centra en la gestión vertical como lo hace el pensamiento administrativo, ni en la evaluación moral o las relaciones interpersonales como el pensamiento administrativo o el pensamiento literario. Es una actitud de investigación racional y tranquila: descubrir la situación real, realizar razonamientos lógicos, analizar problemas, resolver problemas y comprobar los resultados. El eslogan icónico de esta forma de pensar es “Sin investigación, no hay voz”. Esta forma de pensar produce docentes orientados a la investigación.
? La falta de pensamiento científico es la norma en la calidad profesional de los docentes. Durante muchos años sólo hemos tenido en nuestras manos dos armas: la administración y la literatura (moralidad). El pensamiento científico y el espíritu científico son escasos en la educación primaria y secundaria.