El núcleo de la orientación educativa es cultivar la capacidad de pensamiento independiente y la capacidad de autogestión de las personas. A través de diferentes métodos de enseñanza y contenidos de enseñanza, guiamos a las personas a pensar desde múltiples perspectivas, aprender cómo obtener y utilizar información y mejorar su juicio y capacidad de toma de decisiones, para adaptarse mejor y responder a diversos desafíos en la vida real.
La orientación educativa no es sólo responsabilidad de los centros educativos e instituciones educativas, sino también responsabilidad común de todos los miembros de la sociedad. Todos deben brindar energía positiva y ejemplo a los demás a través de sus palabras y acciones. La orientación educativa puede abarcar todo el curso de la vida de las personas y de la sociedad. Desde el jardín de infancia hasta la universidad, desde la familia hasta todos los ámbitos de la sociedad, debemos enfatizar y comprender constantemente su importancia y actuar en paralelo para lograr una sociedad más justa, armoniosa y hermosa.