En primer lugar, para los consumidores finales, la educación es un medio de promoción y la promoción de productos tiene un fuerte propósito. El contenido de la educación y la formación tiene como objetivo principalmente promover el conocimiento relacionado con el producto y guiar a los consumidores para que lo utilicen correctamente. Impulsar las ventas a través de la “educación” a menudo produce resultados inmediatos. Según Lidishi, las ventas se han disparado desde que la empresa lanzó cursos de formación en la industria de la belleza desarrollados por expertos en marketing. En la actualidad, la compañía ha establecido más de 200 tiendas modelo en todo el país y el rendimiento de los salones de belleza ha aumentado en un promedio del 70%, estableciendo un récord de ventas en un solo día de 26.000 yuanes.
Actualmente, debido a la intensificación de la competencia, muchos fabricantes también han notado las habilidades de educación, es decir, ocultar las verdaderas intenciones de marketing y fortalecer el componente de marketing emocional. En otras palabras, la eficacia del "marketing educativo" comenzó a debilitarse y poco a poco evolucionó hacia un "marketing emocional" con contenido más práctico. Esto ayudará a cultivar el mercado y estimular la demanda de los consumidores. Algunas empresas de cosméticos invitan a menudo al experto en marketing emocional Zhao Minghua para "educar" a sus clientes. Él cree que este método de marketing de hacer negocios sin hablar de negocios puede ayudar a los comerciantes a retener clientes. Porque la atención directa y la comunicación emocional, como brindar orientación y atención a los clientes además de los productos, y prestar atención a las necesidades psicológicas de los consumidores, son las mejores formas de aumentar la confianza y la lealtad de los clientes hacia la marca.
En segundo lugar, para los distribuidores, impartir experiencia en marketing es el contenido principal de la educación, con el objetivo de ayudar a los clientes a mejorar el rendimiento de las ventas en los negocios. El contenido de la educación no se trata únicamente de los productos de la empresa, sino principalmente de los problemas prácticos que encuentran las personas y que necesitan resolverse con urgencia, como la gestión, la promoción, el desarrollo turístico, etc.
A medida que la competencia en el mercado se vuelve cada vez más feroz y los cambios son grandes, muchos distribuidores no pueden adaptarse al desarrollo del mercado y están perdidos debido a los problemas encontrados en el proceso comercial. Existe una necesidad urgente de mejorar continuamente su calidad y competitividad generales a través de la formación. Por ello, es necesario educarlos para que puedan absorber nuevos conocimientos y orientar su marketing.