Fan murió y un hombre aprovechó para robar un reloj. Quería llevarlo lejos, pero el reloj era demasiado grande para llevarlo, así que lo golpeé con un mazo. Cuando lo llamé, el timbre hizo un ruido fuerte. Tenía miedo de que otros escucharan el timbre y se lo arrebataran, por lo que rápidamente se tapó los oídos con fuerza. Pensó que si se tapaba los oídos, los demás no podrían oírlo, lo cual era ridículo.
2. Texto original
La muerte de Fan fue recordada por el pueblo. Si quieres ir en negativo, el reloj es demasiado grande para ir en negativo; las vértebras lo rompen y suena la campana. Tenía miedo de que la gente me robara las cosas si me oían, así que me tapé los oídos. La gente mala lo oye y lo hace; la gente mala lo oye y lo hace.
Datos ampliados:
Primero, historias relacionadas
Durante el período de primavera y otoño, el noble Zhao del estado de Jin destruyó a Fan. Alguien aprovechó la oportunidad para ir a la casa de Fan a robar algo y vio un gran reloj colgado en el patio. El reloj está hecho de bronce fino con formas y patrones intrincados.
El ladrón estaba muy feliz y quiso llevarse el bonito reloj a casa. Pero el reloj es grande y pesado, por lo que no se puede mover. La única forma que se le ocurrió fue romper el reloj y mudarse a casa por separado.
El ladrón encontró un gran martillo y lo estrelló contra el reloj con todas sus fuerzas. Hubo un fuerte golpe y quedó atónito. El ladrón entró en pánico y pensó, esto es malo. ¿No equivale este reloj a decirle a la gente que estoy aquí para robar un reloj? Desesperado, se arrojó sobre la campana, abrió los brazos y trató de taparla, pero ¿cómo podría taparla? Las campanas todavía resonaban a lo lejos.
Cuanto más escuchaba, más se asustaba. Involuntariamente retrajo las manos y se tapó los oídos. "¡Oye, el tono de llamada se ha vuelto más pequeño y ya no se escucha!" El ladrón estaba muy feliz. "¡Maravilloso! ¡Tápate los oídos y no oirás la campana!"
Inmediatamente encontró dos bolas de tela y se tapó los oídos, pensando que nadie podía oír la campana. Así que lo solté y toqué el timbre. Tan pronto como sonó el timbre, el sonido se extendió muy lejos. La gente entró corriendo cuando escuchó el timbre y atrapó al ladrón.
En segundo lugar, la moraleja de esta historia
El sonido del reloj existe objetivamente. Sonará tanto si te tapa los oídos como si no. Todo lo que quiera existir objetivamente no estará sujeto a la voluntad subjetiva humana.
Algunas personas no reconocen la existencia objetiva de cosas que no les hacen bien o no les gustan. Si así lo pensaran, no existiría. Al igual que "robar el reloj", se trata de una forma extrema de idealismo subjetivo: el solipsismo. Si no afrontas la realidad objetiva, no investigas y adoptas una actitud de puertas cerradas, eventualmente cosecharás las consecuencias.
Enciclopedia Baidu: entierra tus oídos y roba el reloj