¿Por qué a los japoneses les gusta el "minimalismo"?

A los japoneses les gusta el minimalismo, que en realidad es su tradición. Debido a que Japón tiene una superficie terrestre relativamente pequeña y está ubicado en una zona sísmica, los terremotos ocurren con frecuencia. Si tienes muchas cosas en casa, no es fácil llevártelas contigo cuando te escapas de casa. También hay factores psicológicos. Sienten que pueden dedicar más tiempo a pensar con menos cosas. Por eso a los japoneses les gusta mucho el minimalismo.

Una razón objetiva es que la superficie terrestre de Japón es pequeña, Japón se encuentra en una zona sísmica y los terremotos ocurren con frecuencia. Si hay demasiadas cosas en casa, o si las cosas son relativamente triviales, no será fácil llevárselas cuando escape. Además, según las investigaciones, les gusta el minimalismo y tienen factores psicológicos. Las investigaciones muestran que cuando una persona dedica menos tiempo y dinero a personas o cosas innecesarias, piensa y organiza con mayor claridad, lo que se refleja en la distribución del hogar, es decir, los muebles son simples y organizados.

En algunas familias japonesas no tienen camas y duermen en colchones por la noche. El champú y otros cosméticos se guardan en el armario. No guardes en tu armario ropa que no uses con frecuencia. En el dormitorio sólo puede haber una mesa y una silla. A veces incluso hay mesas sin sillas. La decoración de sus habitaciones es escasa pero exquisita. Cuantas menos cosas haya, más espacio habitable habrá.

De hecho, la distribución de la habitación es sólo el fenómeno superficial más simple. Cuando podamos limpiar las malas hierbas de nuestro corazón y conservar sólo las cosas necesarias, nuestro corazón será limpio y transparente, y nuestros pensamientos serán simples y claros. En este momento, tienes suficiente tiempo y energía para hacer las cosas más simples pero más importantes al extremo. Probablemente esta sea la razón por la que a algunas personas les gustan las decoraciones más simples, aunque puedan permitirse el lujo de comprar suficientes cosas.