No dije nada y comencé a ordenar la habitación. Primero doblé la colcha y alisé la cama. Luego limpié el polvo del armario y del televisor con un trapo seco. Luego guardé las cosas sobre la mesa, tiré las cosas inútiles y limpié la mesa y las sillas con un trapo húmedo. Finalmente, barríamos la basura y trapeamos el piso, y en poco tiempo quedó ordenado.
En ese momento, estaba tan ocupado que estaba sudando, pero mirando la habitación que había ordenado, todavía estaba bastante satisfecho. Estoy muy feliz porque aprendí a ordenar mi habitación yo sola.
Comentarios: Este artículo es claro, fluido, completo y muy estandarizado. Aunque es un asunto menor, refleja el amor del autor por el trabajo y la consideración por sus padres, y vale la pena aprender de él para establecer la idea central.
Después de completar nuestra tarea, podemos ayudar a nuestros padres a hacer algunas tareas domésticas y experimentar la alegría del trabajo, que es una señal de nuestro crecimiento diario.