Había una vez un hombre encarcelado. El guardia de la prisión le dio un trozo de papel y le pidió que escribiera en él el nombre de su compañero. Entonces podría dejarlo ir. Si no confesaba los nombres de sus cómplices, sería decapitado a la mañana siguiente. Entonces, por la noche, finalmente escribió el nombre de su compañero en el papel de carta, lo dobló y lo puso debajo de la almohada. Tenía previsto entregar la carta a un guardia de prisión a la mañana siguiente.
Por la noche, este hombre tuvo un sueño. En su sueño vio a Dios. Dios le dijo, por favor no traiciones a tu buen amigo. Si traicionas a un buen amigo, incluso si te ahorras la pena de muerte, tu conciencia te condenará por el resto de tu vida y vivirás con remordimientos y culpa. Si no puedes traicionar a tu buen amigo, incluso si eres sentenciado a muerte, puedes obtener la vida eterna gracias a tu bondad y lealtad hacia tu amigo.
El hombre despertó de su sueño. Sacó la carta de debajo de la almohada. Pensando en las palabras de Dios, usó unas tijeras para cortar la carta doblada en tres pedazos. En ese momento ocurrió un milagro. Los fragmentos de la carta en realidad tienen forma de cruz. Intentó juntar las piezas y se le ocurrió la palabra "vida eterna". Cuando quitó la cruz, la reconstruyó con las piezas restantes. Estaba sorprendido. ¿No es esta la guía de Dios? Con la cruz puedes vivir para siempre; sin la cruz, morirás.
Lo que es aún más sorprendente es que se puede obtener el mismo resultado en inglés. Todas las piezas escriben "Luz" correctamente, pero si quitas la cruz, dice "Infierno". Con la cruz hay "luz"; sin la cruz, hay "infierno". Entonces, algunas personas dicen que en realidad hay un solo Dios en el mundo, ya sea Oriente u Occidente, en realidad se refieren a este Dios único.
Es sorprendente porque este “origami de vida eterna” es inteligente y natural, sin nada rebuscado y las palabras escritas son muy claras y consistentes en tamaño.