Educación: una noble misión

La educación es una misión noble. No es sólo un medio para ganarse la vida, sino también un escenario para realizar la autoestima. Como docente, amo profundamente este trabajo y lo considero mi misión. En el trabajo, siempre mantengo una actitud positiva, me dedico de todo corazón a ello y siento una alegría y felicidad infinitas por ello.

Sé diligente y ten el coraje de explorar

Como maestro, asumo la sagrada misión de cultivar a la próxima generación. Con este fin, sigo mejorando mis cualidades humanísticas y mis logros artísticos, educo e influyo en los estudiantes con un rico conocimiento, un carácter moral noble y una cultivación, y muestro la elegancia y la buena imagen de "aprender bien y convertirme en un funcionario".

Indiferente a la fama y la fortuna, ambicioso.

Sé que mi trabajo tiene un impacto importante en la modernización socialista del país y el futuro de la nación. Por eso, me dedico de todo corazón a enseñar y formar personas con un alto sentido de profesionalismo y responsabilidad. Tengo grandes aspiraciones y persigo la excelencia, y no me dejo llevar por la fama y la fortuna temporales. Sólo siendo indiferentes a la fama y la fortuna podremos centrarnos en la investigación de la educación y los métodos de enseñanza; sólo apuntando alto podremos concentrarnos en mejorar la calidad de la enseñanza;