Actualmente, las cuestiones medioambientales y el desarrollo sostenible de la economía circular se han convertido en el foco de atención mundial. Los recursos renovables de los desechos industriales, incluidas las baterías de desecho, han atraído la atención de países de todo el mundo. La utilización de recursos renovables se ha convertido en una industria prometedora en el mundo, que también se ha convertido en un tema de preocupación urgente para todos los países.
Para el reciclaje de baterías usadas, la provincia de Jilin tomó la iniciativa en la formulación de regulaciones en el país para prohibir la eliminación aleatoria de baterías usadas. En la 21.ª reunión del Comité Permanente de la Décima Asamblea Popular Provincial de Jilin, celebrada el 25 de julio de este año, Kou Chengfu, subdirector del Comité de Recursos Ambientales de la Asamblea Popular Provincial de Jilin, sugirió que en las “Regulaciones Provinciales de Jilin sobre Prevención y Control de Contaminación por Residuos Peligrosos (Borrador)” Está claramente estipulado que está prohibido desechar las baterías usadas a voluntad. No hace mucho, la Comisión Europea también aprobó una nueva directiva sobre el reciclaje y la reutilización de baterías usadas, que exige que todas las baterías vendidas en la UE sean recicladas y reutilizadas.
En el mundo sólo hay recursos mal utilizados, no desperdicios inútiles. La utilización de baterías de desecho es un problema mundial, pero hasta el momento no existe un proceso de utilización integral y económico que sea ampliamente aceptado y aplicado. Algunos métodos existentes son más complejos y costosos que la propia producción de baterías. Los operadores no están motivados por las ganancias y carecen de entusiasmo. En particular, si bien algunos procesos resuelven el problema de las tasas y soluciones de recuperación de zinc y manganeso, no hay suficiente investigación sobre el tratamiento de sustancias residuales, lo que es antieconómico y limita técnicamente su promoción y aplicación, imposibilitando su utilización integral. De esta manera, las pilas usadas generalmente se desechan como basura doméstica. Cuando la carcasa de la batería se rompe, metales como el mercurio, el zinc y el manganeso contaminarán las fuentes de agua y el suelo, y también ingresarán al entorno ecológico a través de la cadena alimentaria, provocando una grave contaminación del medio ambiente ecológico regional.
La construcción de una sociedad orientada a la conservación debe basarse en el progreso tecnológico y la innovación; las baterías secas usadas también son "recursos fuera de lugar" y pueden convertirse en un tesoro. Se estima que con 1 tonelada de pilas secas de desecho se pueden reciclar 131 kilogramos de acero, 160 kilogramos de zinc y 375 kilogramos de dióxido de manganeso. La regeneración de estos metales es mucho más fácil que extraerlos de los minerales, al tiempo que se elimina la contaminación ambiental. Por tanto, el reciclaje de pilas secas usadas es algo bueno que beneficia al país y a la gente.