En primer lugar, la seguridad en la conducción, en términos de ángulo, rigidez y apariencia, son dos mundos completamente diferentes.
En segundo lugar, la diferencia en el tamaño del espacio, los asientos, las marchas, las direcciones, etc. se siente completamente diferente.
En tercer lugar, la cilindrada, la potencia, la potencia, la suavidad de conducción y la velocidad del motor son completamente diferentes.
Por supuesto, a la hora de comprar un coche, también tenemos que tener en cuenta nuestro propio bolsillo. Si tienes suficiente dinero, puedes comprar algo similar. Ahorra algo de dinero y compra uno económico. Después de dos años de recuperación económica, podemos cambiar a una mejor. Esto nos ahorrará problemas.