Hace unos días, una madre vino al grupo para compartir que su hijo estaba haciendo un cuaderno de ejercicios de pensamiento. Hay un problema. Hay una oveja en el redil y viene una oveja gris. ¿Cuántas ovejas hay ahora en el redil? El niño rápidamente enumeró la fórmula, 1+1=2.
Pero luego surge otra pregunta: si el granjero trae tres ovejas nuevas y las pone en el redil, y se lleva otra oveja, ¿cuántas quedan ahora? Inesperadamente, el niño se confundió de inmediato. Lo explicó varias veces, pero todavía estaba confundida.
Dijo que el niño estaba aprendiendo a sumar y restar y ni siquiera podía resolver una pregunta tan sencilla. Están demasiado ansiosos y no saben si podrán continuar con sus estudios en el futuro.
Un colega también tuvo este problema recientemente. Su hijo tiene sólo dos años y sabe contar del 1 al 100. Pero la suma y la resta son muy lentas y, en ocasiones, todavía se omitirá el conteo.
De hecho, este tipo de problema está relacionado con el método incorrecto de enseñar matemáticas a los niños en una etapa temprana. Cuanto más ansioso estás, menos consciente eres de ti mismo, lo que retrasa tu capacidad de aprendizaje.
De hecho, no es difícil encontrar que la mayoría de estos niños han convertido el contar en un jingle. Simplemente cuentan mecánicamente y no han desarrollado el pensamiento matemático en absoluto. Esto está relacionado con el hecho de que los padres exigen a sus hijos que utilicen el pensamiento inherente para aprender matemáticas.
Cuando visitas familias con niños, siempre encontrarás que los adultos están enseñando a sus hijos a contar e incluso a sumar y restar frase por frase.
De hecho, la capacidad de pensamiento de los niños en edad preescolar no puede alcanzar cálculos complejos. Necesitan repetirlo repetidamente para conectar nombres, números y cantidades. Sin embargo, no lo entienden en esencia, por lo que cambian de tema. no es suficiente.
Contar a los niños antes de la edad de enseñar realmente los volverá "estúpidos". Saber lo que significan los números no los convierte en mecánicos. Lo más importante es desarrollar el pensamiento matemático en lugar de memorizar fórmulas mecánicamente.
Contar es sólo una especie de memoria secuencial sin conocer el verdadero significado de los números. Los padres simplemente piden a sus hijos que memoricen números. En cuanto a qué es este número, cómo corresponderle y cómo operarlo para profundizar su memoria, no está claro.
Aprender matemáticas también requiere un proceso paso a paso y, naturalmente, los niños se resistirán a ello en un solo paso.
1-2 años: comprensión preliminar de la cantidad a partir de cosas figuradas
Por ejemplo, cada vez que a un niño le gusta comer galletas, puede darle primero un trozo, luego otro, y contar mientras come.
Por ejemplo, si tienes una galleta o dos galletas, deja que el niño espere pacientemente a que se acabe una antes de añadir la cantidad, así poco a poco irá entendiendo los cambios en la cantidad.
Especialmente en el caso de los bebés de 1,5 años, conviene guiarse por alimentos o cosas con las que estén familiarizados. También puedes alimentar a tu bebé bocado a bocado mientras come y contar al mismo tiempo, pero no enfatices el total, porque el bebé aún no entiende.
Cuando tenía casi dos años, utilizaba las matemáticas no cuantificables para guiarme. Por ejemplo, el tamaño, largo, grosor, forma y cantidad no pueden exceder de 5, y los más básicos son 3 o 5.
Solo sentando unas buenas bases podremos sentar las bases del verdadero pensamiento matemático en el futuro.
2-3 años: matemáticas no cuantificadas
No se recomienda que los padres dejen que los niños en esta etapa canten números. Sería mejor utilizar los juguetes que lo rodean como preliminares. orientación en matemáticas.
Por ejemplo, un niño pequeño clasifica los coches de casa por tamaño o color y cuenta cuántos coches grandes hay y cuántos pequeños. Una vez que el niño adquiera competencia, estacione el automóvil en el estacionamiento con un número y luego estacione algunos autos.
Las niñas utilizan bloques de construcción y muñecas para practicar, y los métodos son similares.
Si ves una señal de autobús en tu vida, también puedes guiar a tus hijos para que la escriban. Los números de teléfono móvil de sus padres estaban guardados en su memoria. Lo anterior es la comprensión preliminar de las matemáticas.
Esta es la verdadera iluminación matemática, que permite influir sutilmente en los niños.
A los 3 años, los niños generalmente están realmente interesados en los números, pero por curiosidad y en la etapa de adaptación, cometerán errores y omisiones deliberados. Esto es normal y demuestra que el niño lo está. ajustando su propio estado y profundizando su comprensión.
3-4 años: Matemáticas Tangibles
Los números, nombres y cantidades deben estar relacionados con las matemáticas para formar un concepto sistemático de sentido numérico. Por ejemplo, si quieres que tu hijo entienda el 1, necesitas tener una tarjeta con el número 1, un objeto que le guste al niño y el número que dices en la boca.
En términos generales, 1-5 es una etapa y 6-10 es una etapa, por lo que los niños deben tener un proceso paso a paso.
En la educación Montessori, se recomienda el uso de material didáctico como palos para contar, cuentas de colores y palos de huso para enseñar. El principio es que los tres siempre corresponden.
En cuanto al estudio dentro de 20 años, habría que dividirlo en 11, 22 y 33 etapas de estudio... 99, y luego cientos. En cuanto a la suma, resta, multiplicación y división, la resta debe colocarse al final porque a los niños no les gusta que les priven de cosas. La multiplicación y la división sólo se pueden aprender utilizando material didáctico. Es demasiado difícil de memorizar y tener que memorizar las tablas de multiplicar hará que los niños se resistan.
Aprender matemáticas es un proceso interesante. Cuanto más pequeño es el niño, más deben basarse las matemáticas en la vida y el juego. Los padres no deben ser demasiado utilitarios, de lo contrario el efecto se reducirá considerablemente.