Si el material de las cortinas en el aula no es razonable, en un día soleado, especialmente en verano, cuando se abren las cortinas, la luz del sol será muy deslumbrante y la pizarra reflejará la luz, lo que dificultará a los estudiantes para ver la pizarra con claridad. Las cortinas estaban cerradas y el salón de clases estaba a oscuras. Los estudiantes no podían ver claramente las palabras en el pizarrón, por lo que tuvieron que encender las luces.
Esto resulta en un desperdicio de recursos energéticos y aumenta en gran medida los gastos de la escuela; en segundo lugar, los estudiantes que leen y escriben bajo luces durante mucho tiempo pueden dañar fácilmente su vista y no favorecen el crecimiento y el desarrollo.