Desde que vi este ojo verde, he sido muy feliz todos los días, siempre estoy embriagado de ese sentimiento maravilloso, y parece que muchas cosas buenas están por suceder.
Estas delicias provienen de setas frescas, vegetales silvestres frescos y diversas flores y plantas recolectadas en las crestas de las montañas.
Las flores amarillas, rosadas, violetas, azules y blancas del campo, así como pastos e insectos con diferentes hojas, son todos mis objetos de investigación.
Al encontrarme con el libro de Emma Mitchell, Nature Cure My Depression, inmediatamente me trajeron estos recuerdos de la infancia. Después de leer este libro, me di cuenta de que la razón por la que estaba tan feliz en ese momento me la dio originalmente la naturaleza.
Emma Mitchell es una reconocida autora, naturalista e ilustradora. También es editora de revistas y persona de medios propios. Le gusta hacer artesanías y tiene un gran amor por la naturaleza. Influyente en el campo de la psicoterapia natural.
Vive con su familia en un pequeño pueblo de Cambridgeshire, Inglaterra, y dirige un taller de artesanía y un centro invernal.
En el libro "La naturaleza curó mi depresión", la autora describe en detalle cómo la naturaleza curó su depresión de 25 años en un año. Con una prosa elegante e ilustraciones cautivadoras, explora las estaciones, lo que hace que este libro sea tan atractivo como una obra de arte.
Algunas personas hacen la vista gorda ante la preciosa riqueza que la naturaleza ha otorgado a la humanidad, mientras que otras se quedan. Evidentemente, el autor pertenece a este último.
01 Depresión silenciosa y terrible
Anne, la autora de este libro, adoptó un pequeño perro marrón de un centro de rescate de animales. Ella es vivaz y linda. Este cachorro ama la naturaleza incluso más que su dueño durante sus paseos por la naturaleza. Este cachorro es su compañero más fiel durante los paseos por la naturaleza.
La vida de Annie pinta bien. Tiene una casita de jardín, una familia, una carrera y dos hijos encantadores y animados.
Sin embargo, su vida en realidad no fue feliz porque sufrió muchos golpes en solo tres años, incluidos accidentes graves, enfermedades graves y conflictos interpersonales. Estos hechos le provocaron que sufriera una depresión.
Cada vez que su depresión ataca, se vuelve particularmente ansiosa. Mi pensamiento se vuelve aburrido y confuso, y deambulo por la habitación inconscientemente. Se negó a socializar y ya no le interesaba pintar, tomar fotografías o escribir.
Su estado, a su vez, afectó su estado de ánimo y le hizo sentir que no podía hacer nada, por lo que se sentía profundamente culpable y culpable.
A medida que su condición empeoraba, tenía mucho sueño, dormía tres o cuatro veces durante el día y toda la noche. Los recuerdos también empezaron a desdibujarse, los días pasaban borrosos e incluso olvidé cómo pasé cierto día.
Aquellas experiencias difíciles comenzaron a aparecer con frecuencia en su mente, haciéndola muy dolorosa. Se esfuerza por reconocer la realidad y reconciliarse con el pasado, pero es en vano.
Debido a la falta de luz en invierno y la alta presión de la vida, los dolorosos recuerdos en su memoria se magnificaron infinitamente y continuaron torturándola.
En marzo, su mala experiencia llegará a su punto máximo, un abrumador autodesprecio y culpa estallarán de manera enloquecida, y querrá suicidarse sin control.
Afortunadamente, las plantas verdes en la vía verde de dos carriles la despertaron y un rastro de razón le recordó: Eres mala, por favor pide ayuda. Acababa de regresar del borde del suicidio y condujo a casa para buscar ayuda de su marido. Su marido le preparó algunas tazas de té y preparó una comida deliciosa.
Al día siguiente, fue a ver a un psiquiatra, quien no sólo le dio un plan de tratamiento: reposo, aumento de la dosis de antidepresivos, sino que también le preparó psicoterapia. Incluso le dieron un número de teléfono para que pudiera mudarse a un lugar especial para vivir si perdía el control.
02. Entonces, ¿cuál es la relación entre la naturaleza y la depresión?
El genio arquitecto Antoni Gaudí dijo: "Todas las respuestas están en la naturaleza".
La naturaleza es el mejor psiquiatra. Cuando te sientas mal, sal a caminar por la naturaleza.
Una florecita, una hierba, un caracol... pueden traerte sorpresas inesperadas y consuelo.
Innumerables obras literarias también animan a quienes quieren escapar de la depresión a adentrarse en el campo.
Sus afirmaciones en realidad se basan en la ciencia.
En 2007, un estudio conjunto de la Universidad de Madrid y la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida descubrió que simplemente mirar paisajes naturales puede acelerar el alivio de la ansiedad y la fatiga mental y promover la recuperación de enfermedades.
Un estudio de la Universidad de Exeter de 2017 demostró que colocar algunas plantas verdes en paisajes urbanos puede reducir los niveles de depresión, ansiedad y tensión de los ciudadanos. Las actividades al aire libre pueden ayudar a aliviar la depresión.
En Japón existe un popular “baño de bosque”, que se refiere a permanecer en bosques y bosques para dejar que el cuerpo y la mente se bañen en la naturaleza. Hay 48 senderos oficialmente designados para "baños de bosque" en su país, y 1/4 de los japoneses han recibido esta terapia. Cuando no se sientan bien, vuelve al bosque un rato y acércate a las plantas. El autor compara esta práctica con algo tan común en el Reino Unido como ir a la farmacia a comprar medicamentos para el resfriado común.
Además, la gente también ha realizado algunas investigaciones sobre los "baños de bosque". Los sujetos de la investigación se dividieron en dos grupos, un grupo fue bautizado por la naturaleza y el otro grupo vivió en la ciudad. La conclusión final es que caminar en la naturaleza verde tendrá un impacto directo y positivo en muchos sistemas del cuerpo.
En concreto, durante el mismo periodo de tiempo, los sujetos que permanecieron en el bosque tuvieron una presión arterial más baja, niveles más bajos de la hormona del estrés cortisol, menos ansiedad y pulsos más lentos, y estas reacciones bioquímicas continuaron durante un mes. Sin embargo, los sujetos que permanecieron en la ciudad no experimentaron estos cambios.
03. El mecanismo biológico de la naturaleza para aliviar la depresión humana y mejorar la salud humana.
La naturaleza tiene un efecto tan mágico para aliviar el estrés mental y la ansiedad humana, entonces, ¿cómo funciona? ¿Es sólo un efecto psicológico de los humanos?
Por supuesto que no. Hay muchos estudios que dan respuestas concretas.
1. Fitohormonas
Las fitohormonas no sólo pueden evitar que las plantas sean infectadas por virus y bacterias, sino que también tienen el mismo efecto en los humanos. Muchas plantas producen sustancias y aceites volátiles, llamados colectivamente fitohormonas. Las fitohormonas protegen contra infecciones virales y bacterianas. El equipo que estudió los "baños de bosque" descubrió que la inhalación de hormonas vegetales puede tener efectos similares en el sistema inmunológico, el sistema endocrino, el sistema circulatorio y el sistema nervioso humanos.
En segundo lugar, la serotonina
La interacción con la naturaleza aumenta el nivel de liberación de serotonina. La serotonina es un compuesto que transporta señales entre las células nerviosas del cerebro y las personas con depresión tienen niveles más bajos de este neurotransmisor.
Las investigaciones han descubierto que cuando la luz solar incide sobre la piel o la retina, desencadena la liberación de serotonina. Cuanto más soleado es el clima, mayores son los niveles de liberación de serotonina.
Además, el contacto estrecho con el suelo también favorece la liberación de serotonina. Porque algunos probióticos en el suelo pueden hacer que el cuerpo libere serotonina, aliviando así la ansiedad de las personas.
En tercer lugar, las endorfinas
El ejercicio suave ayuda a liberar endorfinas en la sangre. Y la fenolftaleína puede reducir el dolor y provocar una ligera sensación de euforia.
En resumen, la superposición de hormonas vegetales, luz solar y suelo nos hace caminar en la naturaleza como si hubiéramos entrado en una caja invisible de medicina natural.
No sorprende, entonces, dice la autora, que la naturaleza haya curado su depresión.
Escrito al final:
Las flores, pájaros, insectos, peces y diversos fenómenos naturales del libro se derivan de nuestra vida real. Podemos hacer la vista gorda ante ellos, o podemos observarlos atentamente y descubrir sus interesantes y vivaces caras desconocidas.
Si tiene curiosidad acerca de cómo se ve la naturaleza a los ojos del autor, lea este libro y vea cómo puede cambiar el estado de ánimo y curar la depresión.