La habitación tiene una cama, un televisor y un escritorio, pero la mayoría de las salas de examen no tienen ventanas, y algunas con mejores condiciones sí las tienen.
Los dormitorios son caros, pero muy convenientes. Cobran una tarifa mensual. La mayoría sólo ofrece arroz y kimchi. Si quieres comer otros platos, tendrás que cocinarlos tú mismo. La desventaja es que todas las viviendas son comunitarias.