Mamá: Esas no son lágrimas, hijo.
Es decir (el amor de la tierra, convirtiendo el amor en rocío para nutrir la vida vigorosa de la hierba;
Es decir (los ojos de la hierba reflejan alegremente los rayos de); el sol, diciéndole al mundo lo feliz que es);
Es decir (mensaje de la noche estrellada, diciéndole a la gente que los ángeles jugaron en la hierba anoche y esparcieron sus collares de cristal).