Otto Wallach fue el ganador del Premio Nobel de Química en 1910 y su éxito es legendario. Cuando comenzó la escuela secundaria, sus padres eligieron para él un camino literario. Inesperadamente, después de un semestre, el profesor le escribió este comentario: "Wallach es muy diligente, pero demasiado rígido. Incluso si una persona así tiene un carácter moral perfecto, nunca logrará nada en literatura".
Los padres no tuvieron más remedio que respetar la opinión de su hijo y dejarle pasar a la pintura al óleo. Sin embargo, Wallach no era bueno en composición ni en pulido, y sus conocimientos de arte no eran los más bajos de la clase. El comentario del profesor fue aún más inaceptable: "Tienes un talento excepcional en el arte de la pintura".
Frente a un compañero tan "torpe", la mayoría de los profesores pensaban que no tenía remedio. Sólo el profesor de química pensó que era meticuloso en su trabajo y que tenía las cualidades para hacer bien experimentos químicos, y le sugirió que probara la química. Como resultado, la chispa de sabiduría de Wallach se encendió de repente. Entre sus compañeros, este talento poco conocido en literatura y pintura fue reconocido como un "estudiante prometedor" en química.
Encuentra tu propio camino, haz lo que más te convenga y utiliza tus fortalezas. Ésta fue la inspiración de Otto Wallach. Si no puede ver sus propias ventajas o incluso pierde la confianza en usted mismo, este es el mayor arrepentimiento de su vida. La autoestima y la confianza en uno mismo provienen del reconocimiento de las propias fortalezas y de la posterior afirmación de la autoestima. Identifique sus propias fortalezas como sus "puntos de crecimiento espiritual". Debes tener una visión única, ser bueno para descubrirte a ti mismo y aprovechar tu "punto de crecimiento espiritual" más importante. Recuerde: incluso las personas con un coeficiente intelectual bajo tienen sus propios talentos.
Forrest Gump, el protagonista masculino de la película estadounidense ganadora del Oscar "Forrest Gump", tiene una inteligencia baja, con un coeficiente intelectual de sólo 75 y una escoliosis severa. La madre de Forrest Gump no perdió la fe en Forrest Gump. Ella le pone mallas, se preocupa por él en todo momento y nunca critica sus ideas. Cuando otros regañaban a Forrest Gump, ella siempre apoyaba a Forrest Gump. A veces simplemente decía: "¡La gente estúpida sólo quiere hacer cosas estúpidas!" "Bajo el cuidadoso cultivo de su madre, Forrest Gump creció día a día.