El daño causado por las máquinas de termosellado de alta frecuencia al cuerpo humano

Cuando el cuerpo humano se encuentra bajo un campo electromagnético de cierta intensidad, absorberá la energía de la radiación y producirá efectos biológicos, incluidos efectos térmicos y no térmicos. El llamado efecto térmico es el efecto de "calentamiento" de las ondas electromagnéticas de alta frecuencia sobre las células de la matriz biológica. Después de que el cuerpo humano recibe radiación electromagnética, las moléculas del cuerpo se reorganizarán bajo la influencia del campo electromagnético. Durante el proceso de reordenamiento, las moléculas chocan y se frotan entre sí para generar energía térmica, provocando efectos térmicos. Además, en el cuerpo humano hay una solución de electrolito y los iones que contiene se mueven debido a la acción de un campo eléctrico (corriente conductora), que también puede calentar el electrolito. Al mismo tiempo, debido a que algunos componentes del cuerpo humano son conductores (como los fluidos corporales, etc.), también se pueden generar corrientes parásitas inducidas localmente, lo que conduce a la generación de calor. En resumen, si el cuerpo humano absorbe mucha energía radiante y no puede disipar la energía térmica mediante la regulación de la temperatura corporal, la temperatura corporal aumentará y luego provocará varios síntomas. Dado que las ondas electromagnéticas penetran la superficie de los seres vivos y "calientan" directamente los tejidos internos, a menudo no se puede ver nada en la superficie del cuerpo, pero los tejidos internos han sido gravemente "quemados".

El daño de la radiación electromagnética al cuerpo humano se manifiesta principalmente en causar disfunción del sistema nervioso autónomo en el sistema cardiovascular. Los síntomas principales son dolor de cabeza y mareos, palpitaciones, opresión en el pecho, sequedad de boca y lengua, fatiga y. debilidad, insomnio y ensoñaciones, y pérdida de memoria. Los trastornos del ciclo menstrual ocurren en las mujeres. Los diferentes géneros y edades tienen diferentes efectos de los campos electromagnéticos en el cuerpo humano. El personal femenino y los niños son los más sensibles, por lo que proteger a las mujeres embarazadas y a los fetos se ha convertido en una máxima prioridad