Te mando un otoño (poema en prosa original)

Te envío un otoño.

Uno

Accidentalmente hice un rollo en mi ciudad natal y mi cara quedó cubierta con tinta de colores. Rojo brillante, dorado, aguamarina, llévalo en tu cuerpo, sostenlo en tus brazos y emborráchate en tu corazón.

Aquellos que se mantuvieron firmes sin dudarlo sacudieron cada grano de grano con el viento para hacerlo rico y pleno.

Quienes cayeron no dudaron en sembrar en el suelo pasión, anhelo y expectativa.

Ese gran trozo de loess sincero y expuesto se llenará de vida en la silenciosa precipitación.

Dos

Mi ciudad natal ha cambiado mucho y he perdido peso. Las crestas verdes y frescas esperan con ansias en la ligera escarcha y la niebla. Montones de amarillo dorado, brillando en el patio y el patio. Un poco de preocupación, perdida en la soledad y la observación -

Cada mazorca de mijo y cada mazorca de maíz han sido cuidadosamente seleccionadas, trilladas, cribadas, secadas y embolsadas Y con un cariñoso llamado.

Las castañas y los dátiles de invierno recogidos son muy frescos.

Caquis borrachos, recogiendo manzanas, melosos y dulces.

Los camiones expresos que van y vienen circulan alegremente en un pueblo tan grande.

Te envío un otoño,

Te dejo vagar lejos,

ya no estar solo.

Te deseo un otoño,

que te cuiden desde lejos,

que estés calentito por todos lados.

Mi ciudad natal, que siempre ha sido generosa, sigue siendo generosa ahora.

Las montañas se cubren de hojas rojas que tiñen el bosque, y cada trazo y cada plano se centra en el maravilloso momento.

En el hermoso campo, las flores florecen con el tiempo y cada granja y jardín se llena de caras sonrientes y felices.

Cojines y cestas de flores tejidos con brotes de maíz, cada uno con delicados patrones.

Cada capa de algodón en la espalda, sábanas y costuras rezuma calidez.

El familiar olor a tocino recién secado y salchichas llena la punta de la lengua.

Te deseo un otoño,

que los fuegos artificiales a lo lejos sean más suaves

.

Te envía un otoño,

Deja que los pasos lejanos,

encuentre el pasado.

Cuatro

Mi ciudad natal ha estado sola durante mucho tiempo, obsesionada con la perfección.

Cada amanecer iluminado por el resplandor de la mañana, siempre habrá ojos fijos en la cima de la montaña.

Cada noche estrellada, suele haber una verdadera vocación junto a la almohada.

Cada callejón familiar suele estar solitario y tembloroso.

Las hojas de los árboles son verdes y amarillas, y la luna en el cielo falta y es redonda. Desde este otoño hasta la próxima primavera, desde el lejano horizonte hasta el horizonte...

Tengo muchas ganas de leer sobre el otoño y entender sus altibajos.

Tengo muchas ganas de saborear el otoño y saborear las alegrías y las tristezas del otoño.

Te envío un otoño, deja que el lugar lejano confíe en él,

Es muy, muy pesado.

Te deseo un otoño y te dejo mirar a lo lejos.

No muy lejos...

2021 1 26 de octubre a las 7:00.