Composición del paisaje de la escuela primaria Fengcheping

En un fresco y soleado fin de semana de otoño, mis padres y yo visitamos felizmente los molinos de viento del parque eólico Beilun Chuanshan.

Cuando llegamos al pie del monte Tai en Beilun, miramos hacia arriba y vimos los picos continuos, rodeados de montañas.

Mirando a nuestro alrededor, hay una rueda de tifón en casi todas las cimas de la montaña.

Los conté con atención y eran treinta.

No veíamos la hora de conducir hasta la cima de la montaña.

El viento en la cima de la montaña es muy fuerte. Empujé la puerta con fuerza y ​​salí del auto. Vi un enorme molino de viento en la cima de la montaña.

Es muy alto y demasiado grande para alcanzarlo.

Mi padre y yo tontamente abrazamos el molino de viento con los brazos abiertos. La circunferencia de la columna del molino de viento es de unos 14 metros y la altura es de 65 metros.

Miré hacia arriba y vi tres hojas de más de diez metros de largo girando lentamente, y no pude evitar estremecerme. No importa cuán fuerte sople el viento, el molino sigue girando con gracia a una velocidad constante. Acerqué mis oídos y escuché el sonido del motor dentro del molino de viento, como el rugido de un león.

Papá dijo: "Eso se llama ventilador. Cuando la velocidad del viento alcanza los tres metros por segundo, el dispositivo puede generar electricidad y convertir la energía del viento en energía mecánica. Al mismo tiempo, el ventilador impulsa el generador. para generar electricidad durante la rotación, y la energía mecánica se convierte en electricidad

“¡Guau! ¡Es asombroso! "Me sorprendió mucho.

Mi madre me pidió que tomara fotografías junto al molino de viento que estaba allí. Entrecerré los ojos y sentí la frescura del viento otoñal en lo alto de la playa. Fue realmente cómodo.

Luego continuamos visitando varios molinos de viento en la cima de la montaña, que eran simplemente espectaculares.

Al caer el sol, el sol que colgaba sobre el mar comenzó a tornarse de color naranja. /p>

Inconscientemente, jugamos durante casi seis horas y tuvimos que dejar los molinos de viento a regañadientes para volver a casa.

Siempre me venía a la mente la espectacular vista de los molinos de viento... Eran tan impactantes. !La cristalización de la sabiduría humana!

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