Después de leer el Palacio de Verano, 50 palabras.

Me paré en el Palacio de Verano, mirando el cielo de la historia.

Al final de la dinastía Qing, pelear, perder y firmar parecían haberse convertido en una tendencia fija. La vieja China estaba envuelta en una oscuridad ilimitada, abrumada, marcada y llena de vitalidad. En este momento crítico, la emperatriz viuda Cixi malversó la mitad de los fondos navales anuales para reconstruir el Palacio de Verano. El Movimiento de Reforma de 1898 parecía haber traído nuevas esperanzas a China. Sin embargo, en sólo 103 días la reforma fracasó. Esta vez, el principal campo de batalla entre reformistas y conservadores fue el Palacio de Verano. Tras la derrota de los reformistas, el emperador Guangxu también fue encarcelado en el Palacio de Verano.

En el Jardín Qingyi del Palacio de Verano, hay una enorme piedra llamada Qingzhixiu, comúnmente conocida como la "Piedra Pródiga". Resultó estar en las montañas de la montaña Dafang. Después de descubrirlo, Mi Wanzhong, un sirviente de la dinastía Ming, lo trasladó a su jardín sin coste alguno. Para moverlo, Mi Wanzhong hizo todo lo posible, pero aún así falló. La enorme piedra fue abandonada en el camino rural, y la "Piedra Pródiga" también se debió al arroz. Más tarde, Qianlong descubrió que la piedra era un tesoro y ordenó que la trasladaran al Jardín Qingyi. En ese momento, la entrada principal del Jardín Qingyi había sido reparada, y Qianlong ordenó que se desmantelara la puerta de la pared y que las enormes piedras se trasladaran al jardín. La emperatriz viuda Cixi de repente se sintió siniestra y dijo: "Es una señal siniestra derrotar a la familia Mi y derribar nuestra puerta". Aunque no puedo decir cómo es la piedra, la dinastía Qing realmente ha ido cuesta abajo.

En 1900, los cañones de las Fuerzas Aliadas de las Ocho Potencias destruyeron el alguna vez elegante Palacio de Verano, y la dinastía feudal de miles de años de China también se desmoronó bajo el impacto del imperialismo.

Me encontraba en el Palacio de Verano, con un nuevo pedazo de tierra bajo mis pies, pero no tenía intención de contemplar la vasta belleza de la niebla y las flores rojas. Al mirar las huellas de la historia, me parece ver que cada pabellón está grabado con una historia marcada, y cada hoja verde arrastrada por el viento cuenta la historia de la decadencia de la dinastía feudal. Cada pedazo de tierra es testigo del pálido pasado y me parece escuchar el gemido de la historia.

En silencio, escuchando el llanto del Palacio de Verano, buscando las huellas de la historia, espero con ansias un sueño parecido al humo de mañana...