¿Puede el hambre domar a un gato?

En general, se recomienda no domesticar a un gato matándolo de hambre, ya que esto puede provocar que se sienta resentido, afectar su salud y reducir en gran medida el efecto de domesticación. Generalmente, los gatos pueden ser domesticados cuando tienen entre 2 y 3 meses de edad y no necesitan reprimendas ni castigos frecuentes. Nómbrelo primero y utilice el tacto, el lenguaje y los refrigerios como estímulo para obtener el doble de resultado con la mitad de esfuerzo. No hagas ningún ruido al domesticarlo, ya que esto asustará al gato.

El hambre no puede domar a un gato

La mayoría de los gatos tienen la capacidad de pensar y tener pensamientos independientes. Si intentas domesticar a un gato haciéndole pasar hambre, solo empeorarás la situación, hará que el gato se sienta resentido y también puede afectar tu salud. Por lo tanto, pase lo que pase, no se puede domesticar a un gato matándolo de hambre.

Los gatos son muy inteligentes. Si quieres domesticar a un gato fácilmente, puedes domesticarlo cuando tenga entre 2 y 3 meses. No regañes ni castigues a tu gato con demasiada frecuencia. Primero, debes darles un buen nombre y llamarlos por su nombre con frecuencia. Si los gatos cumplen con los requisitos de entrenamiento, puedes acariciarlos y animarlos con palabras.

Si utilizas métodos como matar de hambre, golpear, regañar, etc. para domesticar a un gato, se creará una mentalidad de resentimiento y miedo, dificultando el adiestramiento. Si el gato no cumple con los requisitos durante el proceso de domesticación, necesita entrenamiento individualizado y paciente y refrigerios de recompensa como estímulo, lo que hará que el efecto de domesticación duplique el resultado con la mitad del esfuerzo.