Características morfológicas El Lobero Irlandés es un perro gigante. Los perros adultos pueden alcanzar los 90 cm de altura, siendo los machos más grandes que las hembras. Tienen cuerpos majestuosos cubiertos de pelo espeso y desordenado y generalmente son de color gris, rayado, rojo, negro, blanco puro o leonado. Sus colas son largas, caídas hacia abajo y los extremos ligeramente elevados hacia arriba, formando una ligera curva. Este tipo de perro tiene músculos muy desarrollados, por lo que puede moverse con facilidad y flexibilidad.
El Lobero Irlandés es originario de Irlanda y su ascendencia se remonta a muchos siglos atrás. A menudo se utilizaba para cazar lobos, alces, jabalíes y otros animales, y era popular entre la nobleza irlandesa. En el siglo XVIII, los lobos salvajes irlandeses fueron completamente exterminados, y el perro lobo irlandés, famoso por cazar lobos, perdió su lugar, con su número disminuyendo drásticamente y al borde de la extinción. En el siglo XIX, para salvar esta raza, un oficial británico la mezcló con el lebrel escocés, la mejoró y trabajó duro para criarla, lo que devolvió esta raza a la visión de todos y atrajo la atención del público.
Características La alta estatura y los fuertes músculos del Lobero Irlandés les confieren fuerza y agilidad. Poco a poco van adquiriendo una visión aguda propia de un cazador durante los ejercicios de caza, por lo que son excelentes guardianes. Tienen un temperamento amable y pueden mostrar un lado fuerte cuando pelean, lo que los hace muy dignos de confianza. Sin embargo, debido al gran tamaño de los perros lobo irlandeses, su naturaleza activa y sus necesidades de espacio relativamente altas, los propietarios necesitan tener un patio lo suficientemente grande como para que puedan vivir.