Las palabras originales "Los pobres deben ser odiados" revelan las cuestiones filosóficas de la vida y critican a algunas personas. Esto significa que, según los estándares morales habituales, la infelicidad de una persona aparentemente lamentable en realidad debe ser causada por errores anteriores o por él mismo. Saber que están equivocados pero aun así negarse a cambiar sus costumbres es lo más odioso de esas personas.
Sensación:
Regalar rosas a otros deja una fragancia persistente en tus manos. Ayudar a los demás es un comportamiento de beneficio mutuo, pero a veces también puede resultar muy contradictorio. Por un lado, al ayudar a los demás, podemos sentir una sensación de poder e integridad moral. Por otro lado, las personas tienen el instinto de buscar ventajas y evitar desventajas, y "el dolor de lastimar a otros" es desagradable. Además, la historia del Sr. Dong Guo y el Lobo también ilustra las desventajas de abusar de la compasión.
La compasión se puede dividir en “misericordia verdadera” y “misericordia falsa”. La primera es que han hecho todo lo posible, pero la situación aún no es buena o les ha sucedido un desastre. Este tipo de "pobre" equivale a "desafortunado" y "respetable". Tanto los que piden ayuda como los que la brindan son psicológicamente iguales, como los compatriotas de Sichuan que se mantuvieron optimistas después del terremoto. Este último es un medio por el cual algunas personas, intencionalmente o no, bajan su perfil o pretenden obtener ciertos beneficios o ganarse la simpatía de otros para lograr sus propios fines, como los "falsos mendigos" en las calles.