Cuando finalmente tuve mi propio espacio de vida independiente y ya no tuve que vivir en un dormitorio, hice lo mejor que pude para cocinar mi propia comida y no desperdiciar mi cocina bien equipada y exquisitamente decorada. Si aprendes a cocinar, debes mostrar tus habilidades culinarias. Puedes publicarlo en Weibo para correr la voz: Esta noche se ofrecen buenos platos. Puedes registrarte para probarlos. Solo se seleccionarán los tres mejores. ! Los amigos vinieron en forma de "apoyo a la pared", felizmente se cogieron los dientes después de la comida y luego hicieron "sugerencias de rectificación" como flores de loto. Escuché atentamente y lo tomé en serio. Mis amigos están muy satisfechos con mi actuación y siento que la vida es maravillosa en medio de la deliciosa comida llena de fuegos artificiales.
Estoy muy familiarizado con "A Bite of China", por lo que también tiene un profundo impacto en mí. La comida no sirve sólo para llenar el estómago y satisfacer el apetito, sino que también cumple funciones de desarrollo cultural, cambio social, actitud ante la vida y expresión emocional. Comencé a comprender el significado específico de la comida en un espacio específico, al igual que entendí la renuencia de mis padres a escapar de ese atrasado pueblo de montaña. Me gusta leer Sueño de mansiones rojas. En el pasado, solo leía los hermosos poemas que contenía, pero ahora también presto atención a los pasajes sobre comida. Cao Xueqin escribe sobre comida de una manera deslumbrante. Una "berenjena" es extremadamente compleja y tentadora. Incluso puedo oler el aroma de los platos a través del papel.
Me empezó a gustar escribir sobre comida, los días animados y fragantes sobre los que escribían los autores y la forma en que utilizaban la comida para expresar sus sentimientos. Después de una noche de insomnio, tomé una foto de una comida deliciosa en Weibo y la subtitulé con un texto: De repente quise volver a un remoto pueblo de montaña y comer un plato de fideos hechos a mano por mi madre. Inesperadamente, muchos amigos dejaron mensajes en medio de la noche y todos recordaron la deliciosa comida en sus memorias. Hay un dato que me conmovió profundamente: todavía recuerdo esos días, me quedaba en la cocina con mi madre, mirándola repartir panqueques, pasteles de arroz frito y bolas de arroz. Cuando mi madre no estaba prestando atención, yo. En secreto me metí un trozo de alegría en la boca. Este tipo de alegría me falta desde hace mucho tiempo, pero ese sentimiento ha quedado grabado en mi corazón desde hace mucho tiempo.
Los hábitos formados en la infancia son difíciles de cambiar si están profundamente arraigados en la médula ósea. En mi mente, ese sentimiento se ha ido para siempre. Si lo pierdes, lo pierdes. Al igual que en los viejos tiempos, el pasado pasará, sólo conserva los recuerdos.