John Snow fue una vez un médico famoso en Londres; era tan hábil en medicina que se convirtió en el médico personal de la reina Victoria. Pero cuando quiso ayudar a las víctimas comunes del cólera, se emocionó mucho. El cólera era la enfermedad más mortífera de la época. Se desconocen su causa y tratamiento. Cada vez que estalla el cólera, mueren miles de personas asustadas. John Snow debería afrontar el desafío y solucionar este problema. Sabía que sólo resolviendo el origen de la enfermedad se podría controlar la epidemia.
En ese momento, había dos puntos de vista relativamente razonables sobre cómo el cólera mataba a la gente, y Snow estaba más interesado en ambos puntos de vista. La primera idea es que el virus del cólera se multiplica en el aire, flotando como un gas peligroso hasta encontrar una víctima. La segunda idea es que las personas introducen el virus en sus cuerpos cuando comen. La enfermedad aparece en el estómago y afecta rápidamente a todo el cuerpo y el paciente muere rápidamente.
John Snow prefería la segunda teoría, pero necesitaba pruebas. Entonces, cuando el cólera volvió a estallar en Londres en 1854, John Snow estaba listo para comenzar su investigación. Cuando el cólera se propagó rápidamente por los barrios marginales, comenzó a recopilar información. Descubrió que el cólera era muy frecuente en dos calles y más de 500 personas murieron en 10 días. Estaba decidido a descubrir por qué.
Primero marcó en un mapa todos los lugares donde había vivido el difunto. Esto proporciona una pista valiosa sobre la causa del cólera. Muchos de los muertos vivían cerca de las bombas de agua de Broad Street (especialmente la primera. 16, 37, 38, 40). John Snow también descubrió algunas casas (como 20 y 21 Broad Street, 8 y 9 Cambridge Street) pero nadie murió. No había previsto esta situación, por lo que era necesaria una mayor investigación. Descubrió que todas estas personas trabajaban en el bar del número 7 de Cambridge Street. Los bares les daban cerveza gratis, por lo que nunca bebían de las bombas de agua de la calle. Parece que el agua es la culpable.
A continuación, John Snow investigó las fuentes de agua de estas dos calles. Descubrió que el agua procedía de un río que había sido contaminado por agua sucia vertida desde Londres. Inmediatamente pidió a la gente aterrorizada de Broad Street que quitaran las manijas de las bombas de agua para que no pudieran usarse. Pronto la epidemia se alivió. Demostró que el cólera se propagaba por bacterias y no por masas de aire.
En otra parte de Londres, encontró pruebas contundentes de dos muertes relacionadas con la epidemia de cólera en Broad Street. Había una mujer que se mudó aquí desde Broad Street. A ella le gustó especialmente el agua de la bomba y enviaba a alguien para que la llevara a casa todos los días. Después de beber el agua, ella y su hija contrajeron cólera y murieron. Con esta evidencia especial, John Snow pudo declarar con certeza que esta agua contaminada contenía gérmenes.
Para evitar que esto vuelva a suceder, John Snow recomienda realizar pruebas en todas las fuentes de agua. También se ha ordenado a las empresas de agua que no expongan a las personas al agua contaminada. Finalmente, el "Rey del Cólera" fue derrotado.