El equipo de Garland revisó 63 estudios, incluidos algunos grandes proyectos a largo plazo, que analizaron la relación entre la vitamina D y varios tipos de cáncer en todo el mundo entre 1966 y 2004. "Nada tiene el poder de prevenir el cáncer", afirmó Garland, quien instó al gobierno y a los funcionarios de salud pública a tener más cuidado al aumentar los niveles de vitamina D en los alimentos. Garland es parte de un equipo del Centro Oncológico Moores de la Universidad de California en San Diego que publicó sus hallazgos esta semana en el Journal of the American Journal of Public Health. La vitamina D se encuentra en la leche, así como en el jugo de naranja, el yogur y el queso fortificados, en cantidades de aproximadamente 100 UI por porción. Garland dijo que la gente podría verse tentada a añadir suplementos vitamínicos para aumentar su supuesta ingesta diaria de 1.000 unidades internacionales. Añadió que este enfoque es seguro y beneficioso dentro de los límites de ingesta permitidos por las pautas de seguridad de la Academia Nacional de Ciencias.
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