La amargura es amargura: después de unas largas vacaciones, la gente se vuelve perezosa después de quedarse en casa durante mucho tiempo. De repente, venir aquí para recibir entrenamiento militar conducirá inevitablemente al dolor de extrañar su hogar, extrañar a sus familiares y querer hacerlo. vivir una vida libre en casa; para las personas que no son buenas en sociabilidad, sin duda es extremadamente doloroso llegar a un entorno completamente desconocido y vivir con personas que no conocen. Soy esa persona, así que extraño a mis amigos y disfruto de los momentos felices con ellos.
Para decir que no, realmente entrenar no es demasiado duro. El cuerpo está un poco cansado, pero si te detienes un rato y escuchas el divertido discurso del instructor, podrás recuperarte rápidamente.
Las personas que no han experimentado el entrenamiento militar pueden pensar que a los instructores sólo les importa nuestro entrenamiento, pero no es así. A lo largo del proceso de entrenamiento militar, el entrenamiento, el descanso y la dieta son estrictos, disciplinados y disciplinados. Tan pronto como suena el silbato, inmediatamente reunimos al equipo y entrenamos después de terminar el equipo. Al escuchar el sonido de la bocina, cada clase se detuvo para descansar nuevamente. Cuando llegó la hora de comer, todavía no podíamos relajarnos. Después de escuchar las instrucciones, todos recogieron sus loncheras y se pusieron en fila. Luego, frente al comedor en la marcha urgente, cuando hayan llegado todas las clases, debemos... Algunos estudiantes dijeron que este tipo de vida es como estar en prisión, sin libertad personal. Es cierto que hay que limitar la vida de entrenamiento militar, pero esto no se puede comparar con el encarcelamiento. Ya sabes, ir a la cárcel es mucho más doloroso que esto.
Aunque los días de entrenamiento militar son relativamente cortos, creo que la mayoría de los estudiantes se han beneficiado mucho. Se establecen relaciones profundas entre estudiantes y profesores. El instructor no solo entrenó nuestra condición física, sino que también nos hizo comprender muchas verdades a través de la risa. Cuando nos íbamos, nuestro instructor nunca olvidó decirnos que estudiáramos mucho y animarnos a seguir adelante con valentía. ¡Qué buen instructor!
Después del entrenamiento militar, pensé mucho y aprendí mucho. Es imposible que las personas vivan una vida fácil toda su vida. Es inevitable que encuentren dificultades y reveses, grandes y pequeños, en el camino de la vida. Sin embargo, no debemos mirar ciegamente al pasado y disfrutar de los días de placer. Debemos reunir el coraje para seguir adelante y superar todas las dificultades.
También entiendo que lo mismo ocurre con el aprendizaje. El aprendizaje no tiene fin. Todavía tenemos mucho que aprender y un largo camino por recorrer. No importa cómo vayas, no hay un final a la vista. No creas que eres lo suficientemente inteligente como para quedarte aquí. ¿Quién es el tonto? No tomes a los demás demasiado en serio. No eres peor que los demás que están aquí. Estas son dos frases que dijo una vez mi mentor. ¡Tiene sentido! Creo que siempre recordaré estas dos frases.
En este entrenamiento militar mi cuerpo se ha ejercitado y mi mente se ha sublimado.