1. Cuando los padres descubran que los intereses de sus hijos afectarán sus tareas, no los prohíban inmediatamente. Lo mejor sería saber más sobre la situación.
2. Cuida tu corazón. Los padres deben cuidar bien de sus hijos para que la relación entre ellos sea armoniosa y los niños no sean rebeldes.
3. Pide consejo. Al disciplinar a tus hijos, a veces debes buscar el consejo de otros para ampliar tu pensamiento. Lo mejor es fortalecer la comunicación con el maestro de su hijo para comprender el desempeño habitual de su hijo en la escuela.
4. Observar y comunicar. Simplemente observe la forma en que sus hijos se comunican con usted. Muchas veces, los padres deben trascender sus propios roles y observar las cuestiones rebeldes de sus hijos desde la perspectiva de un tercero. Y trate a los niños desde diferentes ángulos y haga adaptaciones limitadas.
5. Análisis y explicación. Los padres deben analizar cuidadosamente las razones específicas de la psicología rebelde de sus hijos y darles explicaciones completas, para que la psicología rebelde de sus hijos desaparezca gradualmente.
6. Sigue intentándolo. Los padres deberían cambiar frecuentemente la forma en que disciplinan a sus hijos. Cuando los niños son pequeños, normalmente sólo hablan y escuchan. Después de ingresar a la escuela secundaria, trate de tener una comunicación bidireccional y escuche más las sugerencias de sus hijos. Una vez que descubra que un método no funciona, debe cambiarlo en cualquier momento y seguir experimentando hasta encontrar un método eficaz.
Razones de la rebelión:
1. Los conceptos tradicionales influyen en algunos padres.
2. Los malentendidos de los padres conducen a métodos educativos inadecuados.
3. Padres e hijos carecen de comunicación bidireccional, lo que genera conflictos ideológicos.
4. Algunas interpretaciones inapropiadas en los medios de comunicación también son un factor que conduce a una psicología rebelde.
Los propios niños de secundaria ya tienen una pesada carga de trabajo académico. Como padres, los maestros deben persuadir pacientemente la rebelión y la ansiedad de los niños, establecer un ambiente familiar cálido y razonable y lograr una comunicación bidireccional. Después de todo, la comunicación es la forma más eficaz de resolver problemas. Los niños han crecido, así que respete cada una de sus decisiones siempre que no violen el resultado final. La vida es tuya, la juventud es tu propia decisión. Sólo puedes crecer con el viento y la lluvia.