Durante los Juegos Olímpicos de Invierno, cuando hablamos de Corea del Sur, pensamos más en el espíritu deportivo único de los atletas coreanos, el más representativo de los cuales es el patinaje de velocidad en pista corta de Corea del Sur. Los jugadores coreanos no son débiles y pueden ganar basándose en su fuerza. ¿Por qué siguen cometiendo faltas en la cancha? Tomemos como ejemplo al típico patinador de velocidad en pista corta, Wong Tai Sin. Se puede decir que el historial de Wong Tai Sin es muy poderoso. Sin embargo, el estigma de este hombre es mayor que su nombre en inglés. Aunque Wong Tai Sin es fuerte, sus faltas flagrantes son aborrecibles. Especialmente en la carrera de 500 metros en los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, Wong Tai Sin apuntó maliciosamente con un cuchillo de soldado a la cara de Wu Dajing, lo que provocó que Wu Dajing redujera la velocidad y finalmente se perdiera la final del Grupo A por 0,016 segundos.
Evidentemente es un buen jugador, ¿por qué le gusta tanto cometer faltas? El patinaje de velocidad en pista corta parece un deporte de combate y los internautas también hablan de ello. En resumen, hay varias razones. El primero es el problema interno de los deportes coreanos. Se puede decir que el interior de los deportes coreanos no está muy limpio. Algunos miembros del equipo no tienen ningún espíritu de unidad, se involucran en intrigas privadas y hacen lo que sea necesario para llevarse bien con ellos. Esto llevó a que algunos jugadores y entrenadores en Corea del Sur tuvieran las manos y los pies sucios, lo que poco a poco se fue revelando durante el partido. La segunda razón es el servicio militar de Corea. Corea del Sur estipula que todo ciudadano varón debe servir en el ejército a la edad de 20 años, y el período de servicio militar es muy largo. Una persona común y corriente básicamente no cumplirá con sus obligaciones hasta los 40 años.
Sin embargo, están exentos del servicio militar aquellos ciudadanos que hayan hecho contribuciones importantes al país o tengan un mayor impacto social. Para evitar el servicio militar, algunos jugadores coreanos harán lo mejor que puedan en el juego, y algunos incluso cometen faltas maliciosas para dañar a otros y no a sí mismos. A veces ni siquiera perdonan a su propia gente, y hasta el espíritu deportivo más básico se pierde en beneficio propio. La última razón es muy simple, es un simple problema de personalidad. Durante la competencia, no puede ocultar que otros son mejores que él, ni apuntar maliciosamente a un determinado jugador o
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