En una sociedad patriarcal, los padres suelen ser famosos por sus hijos, pero yo soy uno de los pocos padres que son famosos por sus hijas y estoy orgulloso de ello. Malala era mi hija, ahora soy el padre de Malala.
El papá de Malala | Ziauddin Yousafzai, educador paquistaní. Padre de Malala, ganadora del Premio Nobel de la Paz, rompió la tradición y le dio una educación a Malala, inspirando su talento.
En una sociedad patriarcal, los padres suelen ser famosos por sus hijos, pero yo soy uno de los pocos padres que son famosos por sus hijas y estoy orgulloso de ello. Malala era mi hija, ahora soy el padre de Malala.
En la sociedad patriarcal en la que vivo, dar a luz a una hija no es un acontecimiento feliz. Si el primer hijo de una mujer es una niña, se sentirá triste. Si el segundo hijo es una hija, se sorprenderá. Cuando solo quería dar a luz a un niño, pero su tercer hijo todavía era una niña, se sentía tan culpable como un criminal que había cometido un delito grave. No sólo la madre sufre, sino que también la hija sufre por el resto de su vida. Sólo puede quedarse en casa, no puede ir a la escuela, no puede moverse sola y no sólo debe aceptar las diversas limitaciones que impone el "honor familiar". pero también aprender a obedecer.
Para ser honesto, no me gustan los bebés recién nacidos, pero cuando nació Malala y cuando la miré a los ojos por primera vez, me sentí extremadamente honrado. Le puse a mi hija el nombre del legendario luchador por la libertad afgano "Malalai de Maiwand"; en el árbol genealógico donde sólo se han escrito nombres masculinos durante trescientos años, escribí el nombre de Malala debajo de mi nombre.
Cuando tenía cuatro años y medio, le pedí a Malala que se matriculara en la escuela donde yo enseñaba. Este fue un acontecimiento importante en el área local que podría cambiar la vida de una niña. vida. Representaba nuestro Reconocer la presencia de Malala; la animo a que se siente a mi lado cuando mis amigos me visitan y la animo a que me siga a las reuniones. No solo le enseño a ella, también educo a mis alumnos de esta manera para que no aprendan a obedecer y no aprendan una versión falsa del honor familiar.