Parte 6 El final de nuestro viaje
Aunque Camboya tiene el doble de población que Laos, todavía existen muchas similitudes entre ambos. En otro hotel hablamos con una profesora que nos dijo que la mitad de la población de su país era analfabeta. Su pueblo ni siquiera podía construir una escuela, por lo que tuvo que enseñar al aire libre en una gran tienda de campaña. Cuando nos despedimos, todos estábamos felices de estar estudiando en la universidad. De regreso a la carretera pasamos por muchas colinas y bosques. Luego llegamos a las llanuras y entramos en Phnom Penh, la capital de Camboya. Es muy similar a Vientiane y Ho Chi Minh City. También hay calles arboladas y casas francesas antiguas. A diferencia de Vientiane, aquí los barcos pueden navegar por el río Mekong. En el centro de la ciudad visitamos el palacio y vimos un precioso elefante blanco. Sólo determinados días se puede ver fuera del palacio. Después de cenar temprano visitamos un magnífico templo con escalones de piedra plateada.
Debido al largo viaje de ayer, estábamos tan cansados que todos durmieron hasta tarde a la mañana siguiente. Andar en bicicleta por las montañas es difícil. Ahora, nuestros primos finalmente aprovecharon la oportunidad para hacernos una broma a Wang Wei y a mí. ¡Dicen que tal vez sean los mejores! Salimos de la ciudad después de almorzar en una bonita cafetería al aire libre. Dos días después cruzamos la frontera con Vietnam. Empezamos a ver más gente, pero no me sorprendió. Antes de nuestro viaje, leí en un atlas que Vietnam tiene aproximadamente siete veces la población de Camboya. Un agricultor que nos mostró el camino nos dijo que cada año cultiva un nuevo arroz de cuatro estaciones para garantizar que pueda abastecer a más personas. También nos dijo que la parte norte del país tiene muchas montañas y ríos y es mucho más fría que las llanuras del sur. Aunque andar en bicicleta por las llanuras del delta era fácil, estábamos sudando rápidamente. Entonces bebimos un poco de agua y comimos plátanos. Después de una corta caminata, el delta se divide en nueve arroyos.
Dos días después, cuando caminamos a través de miles de campos de trigo hasta la orilla del mar, estábamos cansados pero todavía emocionados: nuestro sueño de cruzar el río Mekong en bicicleta finalmente se había hecho realidad.