Antes de participar en la entrevista, lo mejor es observar tus propias impresiones, o pedir a otros que te ayuden a encontrar tus defectos. En términos generales, la ropa debe ser limpia, sencilla y natural. La ropa debe estar limpia, las corbatas atadas, los zapatos lustrados y la ropa no debe estar sucia. Ya sea invierno o verano, debes usar calcetines. Antes de partir, será mejor que te guardes un pañuelo en el bolsillo para emergencias. Para evitar el mal olor, mastique un chicle durante la entrevista, pero asegúrese de escupirlo antes de reunirse con el reclutador. No se puede mascar chicle y acudir a una entrevista al mismo tiempo. Esto es muy grosero.
Las niñas no deben usar ropa de colores llamativos, sino que deben usar ropa sencilla y natural. Sin embargo, puedes modificarlo ligeramente según tus intenciones de búsqueda de empleo. Por ejemplo, si está solicitando un puesto en una empresa industrial y minera, su vestimenta puede ser demasiado poco convencional y moderna, lo que puede no ser aceptado por los demás. Si estás postulando para un puesto que requiere personalidad, usa ropa elegante. Algunos graduados no conocen la etiqueta de conocer gente por primera vez cuando caminan hacia la puerta de su unidad u oficina, dudan y dudan en entrar. No es necesario hacer esto. La vacilación puede arruinar las cosas fácilmente. Entra generosamente, saluda cortésmente, muestra una actitud humilde y luego toma la iniciativa de introducir tu nombre, la escuela en la que te graduaste, tu propósito, etc.
Si el reclutador está hablando con otra persona, debes esperar pacientemente afuera y esperar a que termine de hablar antes de entrar a la oficina. Incluso si esperas un poco más, no puedes apresurarte. Si hay varias personas en la oficina, cuando una de ellas te presente a otras, debes asentir o tomar la iniciativa de saludar, y tratar de recordar el nombre y cargo de todos. La risa juega un papel mediador en la comunicación interpersonal. Una persona que sonríe suele aprovechar mejor las oportunidades. La sonrisa es un lenguaje silencioso que muestra confianza, encanto y autocontrol. Ya sea que esté saludando a alguien, respondiendo una pregunta o despidiéndose, una sonrisa puede hacer que los reclutadores se sientan felices y generar mejores resultados.