La clave de por qué una persona se convierte en un "hombre de cuerdas de cáñamo" es su propia personalidad. Los "hombres tropo" a quienes les gusta ser adictos al trabajo a menudo tienen las características de una alta motivación por el logro, egocentrismo y búsqueda de la perfección. Esto es lo que a menudo se llama personalidad tipo A en psicología. Tales rasgos de personalidad incitarán a algunas personas a intentar controlar completamente sus vidas, al mismo tiempo que temen cualquier accidente y fracaso en la vida, por lo que siempre se encuentran en un estado de alta tensión. Sólo trabajando sin parar y anticipando el futuro para evitar accidentes podrán aliviar temporalmente su malestar interior. Su personalidad "egocéntrica" también determina que no se les dé bien la empatía en las interacciones interpersonales y no sepan comunicarse de forma franca y sincera con los demás. En esta situación en la que no tienen intención de disfrutar de la vida y carecen de amigos cercanos, trabajar duro se ha convertido en su única "diversión".